El proceso a seguir consiste en primer lugar en crear un diseño que plasmar en la seda, mis diseños son propios, en segundo lugar trasladar ese diseño a la seda para pintarla utilizando varias técnicas: con gutta, húmedo sobre húmedo, húmedo sobre seco, acuarela, espesante, etc…según el resultado que deseemos obtener. Una vez pintada la seda, mediante vapor se fijan los colores y se obtiene como resultado una seda con un brillo y tacto espectacular y característico de este proceso, con colores muy luminosos y brillantes con alta intensidad y excelente resistencia a la luz, al tiempo y al lavado.